Para despedir abril tenía pensado un post más divertido y
optimista, pero me apetece hacer este homenaje a esas personas que han perdido
la vida o han salido heridas del derrumbe de una fábrica en Bangladesh el
pasado miércoles. No estamos acostumbrados a que salten las noticias de este
tipo en los informativos, pese a que las condiciones de las fábricas textiles
de este país son lamentables, sin embargo, han saltado todas las alarmas cuando
comenzó a considerarse a David Mayor, un empresario español, como uno de los
principales sospechosos de la catástrofe. Su empresa Phantom Tac son realmente
un conjunto de dos empresas, una en Reus, España y otra en Bangladesh que es
donde están sus fábricas textiles. Pero, chicas, esto huele a chamusquina,
porque sus talleres estaban emplazados en un edificio ilegal, donde, para
colmo, habían construido tres pisos más al edificio original, puede que sean
los culpables del derrumbe. La cosa se vuelve más retorcida si nos venimos más
cerca, a Reus, porque descubrimos que las oficinas de la empresa no existen, y
que el emplazamiento es, realmente, la vivienda de su madre viuda, que vive
sola y que no recibe visitas de su hijo.
Lo que indigna es que la empresa se jactaba de ser una empresa dentro
del comercio justo, con una página web atractiva que atrajo a clientes de
marcas muy famosas, en España han reconocido haberles hecho pedidos “El corte
Inglés” y “Mango”, otras marcas internacionales también han dado la cara, como
la tienda low cost por excelencia: “Primark”. Hoy ya no podemos ver su página
web, porque la han suspendido, esta recopilación de imágenes las he tenido que
sacar del periódico ABC.
No me quiero despedir sin contaros que en este accidente hay
casi 400 muertos pero, pero las víctimas son muchas más, este post se lo dedico
a los obreros textiles de Bangladesh, hombres, mujeres y niños, que tienen un
salario mensual de entre 28 y 38 euros al mes, con jornadas laborales que
oscilan entre 14 y 16 horas diarias, y que tienen que trabajar en edificios
deteriorados, para que podamos tener prendas a bajo costes. ¡Hasta los chinos
han trasladado sus fábricas aquí porque los salarios son mucho más bajos!
Estas víctimas de la
moda se cuentan por millones y lo que no nos cuentan en las tiendas es que
veces lo que nos sale barato a nosotros, les sale a otros muy caro.
Me despido aquí, ya sé que es una entrada triste, como el
tiempo… pero el próximo post será más primaveral, un beso:
Miss Claire
Miss Claire